los camino de santiago Es uno de esos viajes que muchas personas emprenden para cumplir una promesa o superar un desafío personal: desde dejar de fumar hasta rendir homenaje a un ser querido. Cuando los peregrinos alcanzan el ansiado kilómetro 0,0 del cabo de Finisterre, encuentran en él, además del idílico paisaje del ‘fin de la tierra’, la liberación del objetivo alcanzado. Lo físico y lo emocional se fusionan.

Atrás quedaron las anécdotas, las risas, algunas lágrimas… La satisfacción es plena y muchos quieren dejar constancia de su paso por este entorno natural, por ejemplo, con fotografías que inmortalicen el momento o vídeos que comparten en las redes sociales. Hay otros, en cambio, que tienen la ‘costumbre’ de dejar las botas en este paraje gallego e incluso deciden quemarlas y esparcir sus cenizas junto al mar, algo que obedece a un antiguo ritual de la cultura jacobea, sin ser conscientes de que es todo un disparate que atenta contra el medio natural (raro es el año que no vengan los bomberos a apagar focos de incendio).

En su lucha contra el fuego, la Asociación de Fabricantes de Calzado de Aragón (AFCYA), por cuyos terrenos también discurre parte del Camino, ha decidido donar un par de zapatos nuevos a cada peregrino que decida no quemar sus botas viejas y depositar en un colector habilitado junto al hito del km 0,0. Además de estrenar zapatos, los participantes recibirán en casa una bolsa con algunas cenizas simbólicas de sus botas, de sus restos reciclados, para que su gesta sea eterna pero mucho más sostenible.

“Este último año hemos visto arder miles de pares en dos de nuestras fábricas, y precisamente no entendíamos cómo a día de hoy, muchos de esos peregrinos que pasan por tierras aragonesas siguen quemándose las botas cuando llegan al final del Camino”, el asegura Jaime Forcen, secretario de AFCYA.

Esta iniciativa, que forma parte de la campaña ‘Buen camino, mejor final’, en el que han colaborado empresas locales como Insertega (gestión de residuos textiles), el hotel O Semáforo de Fisterra y el propio ayuntamiento, ha generado una gran expectación y una importante sinergia entre ambas tierras, unidas por un bien común: erradicar un falso ritual y la constante amenaza de incendios.

La pieza principal de la campaña es el vídeo, pero también se instaló en el mismo Cabo Finisterre un zapatero diseñado para la ocasión, un si tu Se crearon campañas y cajas personalizadas para realizar los envíos.

Actualmente el lugar Cuenta con más de 130.000 visualizaciones en Youtube y una gran presencia en medios locales (gallegos y aragoneses) pero también nacionales: El País, Telecinco, Cuatro, Cadena SER, RNE, etc.

Gracias a la notoriedad que se está generando, se ha emprendido una acción para venta social a través de LinkedIn, con la que ha conseguido atraer nuevas marcas de calzado, tanto españolas como internacionales, que quieran trabajar con empresas de la comarca de Aranda.